El Baúl de los Poemas

Día a día observándote y yo junto a ti, apoyándote. Libertad es lo que quieres, andando firme, por el camino nadie te apartará, de tu destino. Destino que elegirás cuando llegue el momento. Momento que llegará, según pase el tiempo.

Ojos que no ven, corazón que no siente bueno, al menos eso dice la gente. Yo no lo creo así, porque probabilidades de sufrir hay un sin fin. Aunque tus ojos no vean, tú seguirás sintiendo esa gran pena, que te carcome por dentro como un roedor hambriento. Cuyo alimento es tu conciencia.

Las cosas se hacen por una razón, y tú las haces pidiendo perdón. Tienes que mirar al frente, sin pensar en lo que diga toda esa gente. Como un esclavo deseas romper esas cadenas que te atan a ese ser, inmundo y despiadado que es la realidad. Eres un barco sin su mar, un pájaro sin alas para volar. Como un preso deseas la libertad y tarde o temprano la conseguirás, mi pequeña paloma de la paz. Debes elegir tu propio camino, puedes reescribir tu destino. La vida son las páginas de un libro, lleno de secretos y aventuras y tú eres la escritora, que deberá escribirlas todas. Y por supuesto, no lo dudes ni un instante, yo estaré siempre a tu lado para apoyarte y ayudarte, sin descanso. Por que eres mi hermana y te quiero te regalo estos versos llenos de amor, ternura y algo de rencor porque eres algo que nunca seré, una luz arriba en el cielo que a pesar de su timidez, algún día brillará fuerte y cegará a todos, los que osaron detenerte. Escribe tu

Deseas correr, pero no sabes a dónde crees que todos son malos, y los alejas de tu lado sin saber que quizás, podrían haberte ayudado. Sé sociable, haz amigos eso es lo que me decía mi padre a gritos. Pero yo no le escuchaba, pasaba del tema "distracciones innecesarias no", ese era mi lema. No me importaba la gente del vecindario, ya que vivía absorta en mi mundo imaginario. Un mundo idilico sin dolores ni temores, solo un hermoso jardín lleno de bellas flores. Pero tarde o temprano por desgracia tuve que aceptar, que estaba muy sola y necesitaba alguien con quien hablar. Alto, delgado y bastante guapo pero no era mi tipo, era arrogante y mal educado se rió de mí y de mis zapatos, ya que estaban rotos y desgastados. Todos sus amigos se rieron junto a él, y yo me fui a casa llorando como siempre. Desde aquel día aprendí, que es mejor estar solo que mal acompañado. Así que me refugié en mi mundo idealizado. Construí una gran torr